Federico Herrero, en sus casi 45 años de actividad como director tiene ha tenido una coherencia y un permanente compromiso social en el ejercicio de su actividad, y como maestro una constante actualización de su arte.
A continuación algunos comentarios de Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, en sus clases de teatro,
desde mi punto de vista.
Federico Herrero, afirma: el teatro se encuentra en el interrogante sobre las formas de la realidad, incluida la distinción entre ficción y realidad.
Es el arte que construye nuevas realidades, a partir de las actuales, al teatro crea futuros escenarios de vida.
Nicolás Francisco Herrero y un concepto que yo creo es clave: que la realidad nunca supere a la ficción, es tarea del creador en teatro generar situaciones en términos de prospectiva.
Realidad y teatro siempre requiere de constantes actualizaciones, afirma Federico Herrero, y agrega, el artista del arte dramático debe estar siempre atento a los nuevos tejidos de lo real.
Este interrogante es una de las razones también la necesidad de filosofía y teatro, y cuando hablo de filosofía, aclara Federico Herrero, es simplemente pensar la actividad teatral.
Federico Herrero, afirma: el arte dramático es un recurso más entre otros para intervenir en lo real, que existe legítimamente para fortalecer la potencia del espíritu sobre la materia y la afición de la voluntad.
Nicolás Francisco Herrero en un instante de su clases comenta: el teatro es un ejercicio sobre la apariencia, que juega con lo falso: el actor es algo distinto de él mismo.
En al arte de la actuación existe una suerte de triunfo de la apariencia.
Y si la cuestión sobre la que trata el arte dramático es la verdad, o la cuestión de la realidad contra la apariencia, allí hay esencialmente un desafío del teatro.
El teatro le propone nuevos interrogantes a la filosofía, porque pone en relación directamente dos términos que la filosofía siempre separó de alguna manera, y es en ese sentido que es una situación filosófica.
El teatro es un desafío para la filosofía.
El teatro siempre debe estar en relación con la realidad, en particular a los aspectos no visibles de ella.
Debe aproximarse más a la realidades invisibles, ser un teatro documental, aunque sea ficción.